Las expectativas que tienen los
alumnos con respecto al plan de estudios de la carrera de medicina son de suma
importancia. En el campo de la medicina, las estrategias de enseñanza,
aprendizaje, evaluación y gestión del conocimiento son revisadas continuamente
a fin de detectar las mejores estrategias que permitan alcanzar las
competencias profesionales. En la etapa clínica, el alumno debe ensayar
conductas adaptativas (o no) frente a un conjunto de métodos y técnicas exigidas
en ambiente hospitalario que involucran una gran cantidad de conocimientos y
tienen como trasfondo teorías académicas.
En esta etapa es donde se pueden
observar colisiones de técnicas, estrategias y métodos docentes que pueden
confundir al alumno. Uno de los aspectos principales para el aprendizaje
(profundo) del alumno en etapa clínica es que pueda reconocer estrategias en
las que se estimula el valor y el control sobre lo que aprende. Uno de los factores
en creciente desarrollo es el manejo de las emociones (positivas y negativas)
que afectan el aprendizaje y rendimiento. El rol que juega el entendimiento de
la emociones es muy importante.
La educación médica basada en
competencias enfatiza la trayectoria del alumno, el aprendizaje autodirigido y
la práctica reflexiva, la evaluación y retroalimentación. De modo que se puede
considerar que las emociones, la motivación y la autodeterminación se
encuentran en interacción permanente con distintos resultados en el rendimiento
del alumno.
Se puede definir a la emoción
como un cambio psicofisiológico agudo, intenso y típicamente breve que resulta de
una respuesta a una situación significativa en el entorno del individuo
(involucran procesos afectivos, cognitivos, fisiológicos, motivacional y
componentes expresivos). Por ejemplo, la ansiedad del alumno de medicina sobre
una tarea clínica desafiante podría estar compuesta de sentimientos nerviosos
(afectivos), preocupación por no desempeñarse bien (cognitiva), disminución del
tono simpático y parasimpático (fisiológico), deseo de escapar de la situación
estresante (motivacional) y expresiones faciales preocupantes (expresivo).
Estas emociones influencian la
motivación (intrínseca y extrínseca) que afectará el rendimiento clínico del
alumno. Las distintas emociones pueden ser: Esperanza, desesperanza, preocupación,
alivio, disfrutar, aburrimiento, frustración, ira, ansiedad.
Hoy se promueve abandonar el
modelo de pensamiento académico frío y comenzar a considerar la emoción y la
motivación como factores fundamentales en el aprendizaje y el rendimiento
clínico. Así, las emociones placenteras producirán efectos adaptativos sobre el
aprendizaje y el rendimiento; mientras que emociones negativas pueden producir
cambios psicofisiológicos no adaptativos que someterán al aprendiz al
desarrollo de conductas y comportamientos indeseables en su competencia
profesional
En este contexto se postula la teoría
del control y valor donde las
emociones de logro (de actividades o de resultados) están determinadas por la
evaluación cognitiva del control y el valor de un individuo. Emoción,
pensamiento, aprendizaje y rendimiento como una conducta humana adaptativa en
interacción constante con el ambiente. Es el docente quien debe crear ambiente
de aprendizaje clínico para influenciar en los alumnos emociones de logro.
Además, la retroalimentación
verbal y escrita entregada al alumno acerca del rendimiento en el lugar de
trabajo resulta en una de las mejores prácticas docentes para fomentar su motivación
intrínseca y extrínseca. Esta debe ser concreta y específica atendiendo las
emociones de logro con valencia positiva para potenciar el desarrollo de sus competencias
profesionales (mini-CEX). El ciclo motivacional comienza identificando
necesidades de aprendizaje que estimulan la conducción de su propio aprendizaje
que producen resultados que satisfacen las necesidades (Morrison R. Motivation in Teaching and Learning. In: Peyton J, editor.
Teaching and Learning in Medical Practice. 1998. p. 41-57).
El alumno puede pasar de un
estado de amotivacion a un estado de motivación intrínseca cuando se estimula
un nivel de internalización que le permite satisfacer necesidades básicas como
la autonomía, competencia y conexión en las actividades o resultados. La teoría
de la auto-determinación puede desempeñar un rol fundamental en el alcance
de actividades y / o resultados; esto, sin embargo, requiere mayor evidencia del
rendimiento clínico en el campo de la educación médica de grado que
inevitablemente deberá tener en cuenta la compleja interacción que tendrán las
emociones de logro.
José Gómez
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