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sábado, noviembre 23, 2013

Teoría y la práctica a partir de una relación dialéctica entre ellas

Ir de los hechos a las teorías y de aquí a las explicaciones de las cosas, la incertidumbre siempre nos acompaña. Un comportamiento de análisis e interpretación desde una relación dialéctica entre teoría y práctica podría reducir el campo de incertidumbre al momento de evaluar e innovar la enseñanza y el  aprendizaje en educación superior.
¿¿¿…qué criterios predicen una buena teoría en enseñanza aprendizaje…???. 
Mantener una reflexión crítica sobre nuestras prácticas docentes establece inquietantes nuevas perspectivas entre la teoría y la práctica, su grado de conexidad y su funcionamiento con los alumnos.
Si consideramos que con algunas estrategias basadas en evidencia los alumnos demuestran una notoria adherencia e interacción, esto podría responder a distintos factores, por ejemplo al grado implicación y acompañamiento entre los actores.

Que las estrategias sean comprendidas correctamente cuando se aplican y tengan un buen resultado, aunque sea parcial, es frecuentemente un aspecto cuyo entendimiento puede otorgarnos bastante progreso en la comprensión de las prácticas que realizamos. En nuestra actividad docente se hace primordial la relación dialéctica entre la teoría, las teorizaciones y la práctica; esto puede conducirnos a nuevos enfoques. Algunos aspectos de la relación teoría práctica.

La implicación del alumno y del docente es un componente importante de la investigación acción y es fundamental para lograr cambios y transformaciones. Esto puede generar muchas tensiones visibles y subterráneas, pero es probable que afecten la calidad en la educación médica.
Implicare “envolver dentro”, “comprometerse en”. Barbier distingue tres niveles de implicación el nivel psico-afectivo; el histórico-existencial y el estructuro-profesional. Es principalmente en las ciencias humanas clínicas (dentro de la investigación acción) donde se descubren e identifican interferencias relevantes de una elucidación analítica. Reconocer la dimensión psico-afectiva quizás incluso permita ir más lejos en la comunicación. Barbier R, la recherche. Action dans l´intitution educative. Bordas París 1977. Implicación en la investigación en ciencias humanas.

Además acompañar quiere decir “estar”, “ir”, “hacer algo con el”. El que acompaña si bien estaría en segundo plano, resulta imprescindible, ya que actúa como sostén, complemento, ayuda. Este sostén y complemento podría ser pensado en el caso de la formación docente desde varios ángulos, por ejemplo desde la dinámica del proceso de acompañamiento: Aquí importan como se desarrollan los hechos, las tensiones y conflictos que se producen, planteo y resolución de dificultades, normas implícitas y explicitas, como es considerada la variable personal y grupal; carácter{ticas de las relaciones interpersonales y las vinculares; como se produce y opera la contención y el control emocional. Alonso M. Extractado de la investigación en curso. Fac Hum U.N.NE.

Por otra parte analizar significa, según Ferry G. (El trayecto de la formación. Los enseñantes entre la teoría y la práctica. México, Paidós. 1990), “…definir los componentes de un conjunto, sus interacciones, sus disposiciones en torno a la manera de aprehender su estructura y/o su funcionamiento...”.
Es decir que a medida que tomamos cada uno de los componentes del análisis del sujeto y de la situación de práctica nos vamos formando para el análisis. Comprender e interpretar nos permitirá encontrar significados sobre la práctica educativa.
En este enfoque Schön D. (La formación de profesionales reflexivos.1992) apela “…al saber práctico desde una reflexión “en la práctica” (a medida que se desarrolla) y “sobre la práctica” (comprensión de situaciones de práctica educativa)...”. “…No deberíamos empezar por preguntar cómo hacer un mejor uso del conocimiento científico sino que debemos aprender sobre un detenido examen del arte, de la competencia por la que en realidad los prácticos son capaces de manejar las zonas indeterminadas de la práctica independientemente de aquella otra competencia que se puede relacionar con la racionalidad técnica...”. 

Por lo que la práctica reflexiva genera teorías para las distintas situaciones, interpretaciones y reflexiones sobre la acción con nuevos significados.
Desde una perspectiva más amplia Carr W y Kremmis S. (Teoría crítica para la enseñanza. La investigación acción en la formación. 1986) pretenden “…estimular la disposición a hacer juicios profesionales enriquecidos por los principios educativos e informados por la comprensión conciente del carácter moral del papel del educador. La teoría se relaciona con la práctica iluminando a los profesionales, aspira a educarlos, a intensificar sus intuiciones y a estimular sus compromisos de manera que puedan examinar con mayor intensidad los aspectos que subyacen a sus ideas y prácticas...”.

La práctica docente no es la simple aplicación de un conocimiento a mano, nos demanda permanentemente un enfoque pedagógico crítico con significados que incluyan el plano de lo social, el plano histórico y el plano político. Siempre debemos teorizar sobre la acción de nuestra práctica en busca de la comprensión de nuevos significados.
De acuerdo a Carr W y kremmis S (1986) “…habrá influencia sobre la práctica educativa influyendo sobre el marco de referencia en virtud del cual dichas prácticas devienen inteligibles... Se trata de que al someterse a una reconsideración racional las creencias y justificaciones de las tradiciones y en uso, la teoría informe y transforme la práctica, al informar y transformar las maneras en que la practica se experimenta y entiende... Es un pasaje de la ignorancia y el hábito al conocimiento y la reflexión…”.


José Gómez