Ir de los hechos a las teorías y
de aquí a las explicaciones de las cosas, la incertidumbre siempre nos
acompaña. Un comportamiento de análisis e interpretación desde una relación
dialéctica entre teoría y práctica podría reducir el campo de incertidumbre al
momento de evaluar e innovar la enseñanza y el aprendizaje en educación superior.
¿¿¿…qué criterios predicen una buena
teoría en enseñanza aprendizaje…???.
Mantener una reflexión crítica sobre
nuestras prácticas docentes establece inquietantes nuevas perspectivas entre la
teoría y la práctica, su grado de conexidad y su funcionamiento con los
alumnos.
Si consideramos que con algunas
estrategias basadas en evidencia los alumnos demuestran una notoria adherencia
e interacción, esto podría responder a distintos factores, por ejemplo al grado
implicación y acompañamiento entre los actores.
Que las estrategias sean
comprendidas correctamente cuando se aplican y tengan un buen resultado, aunque
sea parcial, es frecuentemente un aspecto cuyo entendimiento puede otorgarnos
bastante progreso en la comprensión de las prácticas que realizamos. En nuestra
actividad docente se hace primordial la relación dialéctica entre la teoría,
las teorizaciones y la práctica; esto puede conducirnos a nuevos enfoques. Algunos
aspectos de la relación teoría práctica.
La implicación del alumno y del docente es un componente importante de
la investigación acción y es fundamental para lograr cambios y transformaciones.
Esto puede generar muchas tensiones visibles y subterráneas, pero es probable
que afecten la calidad en la educación médica.
Implicare
“envolver dentro”, “comprometerse en”. Barbier
distingue tres niveles de
implicación el nivel psico-afectivo; el histórico-existencial y el
estructuro-profesional. Es principalmente en las ciencias humanas clínicas
(dentro de la investigación acción) donde se descubren e identifican
interferencias relevantes de una elucidación analítica. Reconocer la dimensión
psico-afectiva quizás incluso permita ir más lejos en la comunicación. Barbier R, la recherche. Action dans l´intitution educative. Bordas
París 1977. Implicación en la investigación en ciencias humanas.
Además acompañar
quiere decir “estar”, “ir”, “hacer algo con el”. El que acompaña si bien estaría en segundo plano, resulta
imprescindible, ya que actúa como sostén, complemento, ayuda. Este sostén y
complemento podría ser pensado en el caso de la formación docente desde varios
ángulos, por ejemplo desde la dinámica del proceso de acompañamiento: Aquí
importan como se desarrollan los hechos, las tensiones y conflictos que se
producen, planteo y resolución de dificultades, normas implícitas y explicitas,
como es considerada la variable personal y grupal; carácter{ticas de las
relaciones interpersonales y las vinculares; como se produce y opera la
contención y el control emocional. Alonso
M. Extractado de la investigación en curso. Fac Hum U.N.NE.
Por otra parte analizar
significa, según Ferry G. (El
trayecto de la formación. Los enseñantes entre la teoría y la práctica. México,
Paidós. 1990), “…definir los
componentes de un conjunto, sus interacciones, sus disposiciones en torno a la
manera de aprehender su estructura y/o su funcionamiento...”.
Es decir que a medida que tomamos
cada uno de los componentes del análisis del sujeto y de la situación de
práctica nos vamos formando para el análisis. Comprender e interpretar nos
permitirá encontrar significados sobre la práctica educativa.
En este enfoque Schön D. (La formación de profesionales
reflexivos.1992) apela “…al saber
práctico desde una reflexión “en la práctica” (a medida que se desarrolla) y
“sobre la práctica” (comprensión de situaciones de práctica educativa)...”. “…No
deberíamos empezar por preguntar cómo hacer un mejor uso del conocimiento
científico sino que debemos aprender sobre un detenido examen del arte, de la
competencia por la que en realidad los prácticos son capaces de manejar las
zonas indeterminadas de la práctica independientemente de aquella otra
competencia que se puede relacionar con la racionalidad técnica...”.
Por lo que la práctica reflexiva
genera teorías para las distintas situaciones, interpretaciones y reflexiones
sobre la acción con nuevos significados.
Desde una perspectiva más amplia
Carr W y Kremmis S. (Teoría crítica para la enseñanza. La investigación acción
en la formación. 1986) pretenden “…estimular
la disposición a hacer juicios profesionales enriquecidos por los principios
educativos e informados por la comprensión conciente del carácter moral del
papel del educador. La teoría se relaciona con la práctica iluminando a los
profesionales, aspira a educarlos, a intensificar sus intuiciones y a estimular
sus compromisos de manera que puedan examinar con mayor intensidad los aspectos
que subyacen a sus ideas y prácticas...”.
La práctica docente no es la
simple aplicación de un conocimiento a mano, nos demanda permanentemente un
enfoque pedagógico crítico con significados que incluyan el plano de lo social,
el plano histórico y el plano político. Siempre debemos teorizar sobre la
acción de nuestra práctica en busca de la comprensión de nuevos significados.
De acuerdo a Carr W y kremmis S
(1986) “…habrá influencia sobre la
práctica educativa influyendo sobre el marco de referencia en virtud del cual
dichas prácticas devienen inteligibles... Se trata de que al someterse a una
reconsideración racional las creencias y justificaciones de las tradiciones y
en uso, la teoría informe y transforme la práctica, al informar y transformar
las maneras en que la practica se experimenta y entiende... Es un pasaje de la
ignorancia y el hábito al conocimiento y la reflexión…”.
José Gómez