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viernes, diciembre 30, 2016

Evaluación de habilidades para conducir la entrevista en alumnos de clínica médica y la oportunidad del mini-CEX

La comunicación entre personas es un complejo proceso que permite compartir las diferentes representaciones que tenemos de la vida. Pareciera relativamente simple pero la ausencia de habilidades de comunicación puede generar serias dificultades en el campo de salud. En cambio, el mejoramiento continuo de las habilidades de comunicación con el paciente mejora su grado de satisfacción con la atención y la adherencia al tratamiento, disminuye el estrés, la ansiedad y la necesidad de requerimiento de cuidados de salud.

Las competencias nucleares de comunicación médico paciente reconocidas como: comunicación con el paciente, comunicación con sus familiares, la comunicación intrapersonal, comunicación intra e interprofesionales, comunicación por diferentes vías y en situaciones especiales; son consideradas pilares fundamentales para que el alumno de medicina en etapa clínica alcance el máximo grado de competencia clínica para el ejercicio de la profesión médica. (Consenso experto iberoamericano sobre un core curriculum de competencias (resultados de aprendizaje) comunicacionales para estudiantes de grado de medicina).

Estas competencias comienzan lentamente a ser enseñadas y aprendidas y algunos de los resultados básicos de comunicación, citados entre varios, que el alumno debe alcanzar son:
·  Delimitar la estructura de la entrevista clínica: introducción, iniciar la entrevista, compartir información: obtenerla y ofrecerla, explicar, planificar, fijar seguimiento o cerrar la entrevista.
·     Reconocer que la comunicación produce mejora de resultados de la asistencia.
·  Conocer aspectos relevantes de la comunicación no verbal y la influencia para establecer una relación efectiva.
·  Relacionarse con el paciente de manera respetuosa teniendo en cuenta confidencialidad, privacidad, autonomía, respeto a valores y creencias.
Desde la compleja interrelación de éstas competencias nucleares si analizamos específicamente la competencia comunicación médico paciente podemos advertir que la evaluación formativa basada en la técnica de observación directa nos brinda una instancia valiosa para que el alumno mejore su relación con el paciente.
En la etapa clínica, la habilidad del alumno para comunicarse es fundamental en la competencia específica como la entrevista médica con pacientes reales. La comunicación médico paciente es compleja, multidimensional, y no existe una sola herramienta que puede evaluarla eficazmente principalmente por la gran variabilidad entre casos, entre docentes evaluadores y por el tiempo que consume. El consenso de Kalamazoo es un listado de ítems puede evaluar habilidades de comunicación médico paciente a modo de instrumento específico (Makoul G. Essential elements of communication in medical encounters: the Kalamazoo consensus statement. Acad Med 2001; 76: 390-3)

Es así que la comunicación médico paciente puede ser enseñada, aprendida y evaluada (Yedidia MJ. Effect of communications training on medical student performance) por diferentes instrumentos con distintos grados de adecuación, por ejemplo se puede evaluar con: evaluaciones formativas, OSCE con enfoque comunicacional, videocasos, pacientes simulados, evaluación 360 grados, evaluación por pares, método MISCE, Instrumento de Kalamazoo, Formulario common ground, Formulario SEGUE, portfolios. Estos instrumentos fueron desarrollados con constructos y descriptores específicos para ésta competencia nuclear (formularios con múltiples áreas de evaluación, gran extensión y sin retroalimentación). 

No obstante, la evaluación de habilidades de comunicación del alumno puede realizarse, entre otras estrategias, con la observación directa y con escalas basadas en números o escalas de juicio global las que se encuentran incorporadas y disponibles en la herramienta de evaluación formativa como el mini-CEX.
Aunque el mini-CEX presenta buenas propiedades psicométricas no está descripto como herramienta para evaluar comunicación probablemente debido a su enfoque formativo mas global. A pesar de esto los descriptores originales para la competencia específica “entrevista médica” hacen referencia a la comunicación medico paciente y pueden ser evaluados en encuentros clínicos reales diarios un como componente necesario de la competencia comunicacional básica:
·    Habilidad del alumno para facilitar que el paciente explique lo que le pasa: Establece una relación de comunicación; Escucha activa (terapéutica) y observa cuidadosamente, usa un lenguaje plano, evita la jerga médica, mantiene su privacidad y confort.
·      Uso eficaz de las preguntas: No induce, usa preguntas con final abierto o cerrado apropiadamente, aclara preguntas y resume efectivamente.
·  Instrucciones precisas y adecuadas para obtener información: Obtiene información organizada y apropiada sobre la queja principal del paciente. Explora creencias y sentimientos del paciente.
·  Respuesta apropiada a las señales afectivas, verbal (oral), tono verbal (paraverbal) y no verbal: Calidad, volumen y tono de voz respetuoso, lenguaje corporal, contacto visual, expresión de emociones y actitudes, responde apropiadamente a las necesidades, expectativas, dolor y preocupaciones del paciente, identifica situaciones en la que la entrevista de un familiar es apropiada. Redacción clara y concisa.


Además, el mini-CEX como instrumento de evaluación formativa brinda retroalimentación como una forma de mejora del aprendizaje del alumno en el momento oportuno detectando debilidades y fortaleciendo sus habilidades para comunicarse apropiadamente con el paciente. Las competencias nucleares de comunicación médico paciente pueden ser evaluadas repetidamente al menos inicialmente a través de la “entrevista médica” del mini-CEX y aparenta estar bien encaminada. 

José Gómez

miércoles, junio 15, 2016

Enfoque global para el nivel de autonomía en la evaluación formativa en clínica

La escala numérica utilizada en el mini-CEX permite discriminar diferentes niveles de experiencia clínica. Para esto, los evaluadores realizan abstracciones utilizan conceptos y percepciones acerca del desempeño del alumno en situación de evaluación formativa con la herramienta mini-CEX. 
La instancia de evaluación formativa es primordial tanto en alumnos de grado como en residentes. Aun teniendo una gran sintonía respecto de lo que hay que observar en forma directa en el proceso de evaluación, siempre resulta difícil decidir cuándo un alumno se encuentra en condiciones para atender un paciente sin necesidad de supervisión clínica (directa o indirecta). Esto ocurre por varios factores, por ejemplo a la complejidad de la evaluación del rendimiento y a que el rendimiento clínico es contexto específico.  
Un enfoque diferente mejorador en cuanto a la escala de medición numérica permitió reconocer la necesidad de utilizar una escala de medición basada en un juicio global del evaluador (escala global con niveles de experiencia clínica y autonomía). (Crossley J. Medical Education 2011; 45: 560–569) En esta escala es fundamental el nivel de autonomía, como el nivel de independencia en el desempeño que puede lograr el alumno ya que puede determinar el grado de eficiencia adquirida en los distintos componentes de competencia clínica.
En la práctica docente clínica diaria se pueden reconocer factores que podrían otorgar mayor o menor autonomía en el alumno:
  • Facilitan una mayor autonomía del alumno cuando el docente evaluador muestra respeto por el alumno; orienta, motiva y acompaña siempre considerando el nivel de experiencia exhibido por el alumno. Demuestra honestidad en el mensaje y conducta profesional humanitaria en diferentes escenarios clínicos. Estimula la confianza del alumno y fomenta habilidades de comunicación, organización y eficiencia en la historia clínica. Reflexivo sobre el comportamiento y atento a la retroalimentación constructiva.
  • Desalientan la autonomía del alumno si el nivel de competencia clínica del estudiante es aún muy básico (y no se reconoce), o si el alumno no se siente seguro. Actuación con casos clínicos muy agudos o con nivel de dificultad elevado. Percepción del alumno acerca de relaciones conflictivas entorno de los integrantes del equipo de salud (tensión, celos profesionales entre colegas, tensión por cuestiones de autoridad en diferentes espacios físicos). Desconocimiento o elevada complejidad de tareas específicas y falta de actitud profesional. Escaso entrenamiento previo a través de la observación directa del alumno en la evaluación formativa del desempeño clínico.

No existe una forma única de evaluación del rendimiento clínico dada la complejidad de la misma. Decidir cuanta autonomía alcanza el alumno es una difícil tarea docente en la que el enfoque evaluador basado en un juicio global aparece como una mejora de las herramientas de evaluación formativa y su producto.

José Gómez